Cueva Navarro IV (Málaga, Málaga)

Las manifestaciones figurativas pleistocenas conservadas en Cueva Navarro fueron descubiertas a partir de un programa de exploraciones espeleológicas, realizado por la Sociedad Excursionista de Málaga en la zona cárstica de la costa este de la capital durante la parte final de la década de los ’70 del siglo pasado.

En la Cantera Navarro, que abastecía de materia prima a la Fábrica de Cementos de la Barriada de La Araña, se detectaron un total de siete accesos al complejo subterráneo de la zona. El tramo de galería aparecido en cuarto lugar es el correspondiente a la cueva que tratamos. Los espeleólogos J. M. Gutiérrez y E. López advirtieron por primera vez la presencia de pinturas rupestres en el año 1980.
Tras comunicar el hallazgo a sus colegas de equipo, planifican una exploración donde realizan un reportaje fotográfico e incluso algunos calcos directos de los motivos parietales, eliminando para ello varios conjuntos de concreciones excéntricas. Con posterioridad, los deportistas entran en contacto con J.L. Sanchidrián quien tras varias campañas de campo obtiene la documentación suficiente para dar a conocer a la comunidad científica el contenido gráfico rupestre de Cueva Navarro. 

La actual entrada a la cueva se lleva a cabo a través de una boca artificial de sección ancha y bóveda baja, tras 70 m de laberínticos y estrechos conductos se alcanza las estancias decoradas y frecuentadas durante el Paleolítico Superior, cuyo acceso pleistoceno se encuentra hoy día colmatado e impracticable. Nada más salir de la última gatera contemplamos a la derecha las primeras muestras rupestres. Si bien estas manifestaciones son las primeras en nuestro recorrido, corresponden en realidad a las obras figurativas más alejadas del núcleo pictórico, puesto que el “trayecto” originario no concuerda con el que hoy transitamos. A continuación, seguiremos durante unos 15 m por una galería que tiene 2 m de anchura media y otros tantos de altura.

Pasamos así al sector más espacioso de Cueva Navarro que recibe el nombre de Sala de las Pinturas o de las Fistulosas, por los magníficos ejemplares de ese tipo de concreción que allí crecían. Sus dimensiones aproximadas son de 23 m por 16 m y 3 m de altura media de la bóveda. En algunas zonas el suelo es horizontal a causa de depósitos aluviales y mantos estalagmíticos. Es una de las áreas que ofrece mayor actividad de los procesos de reconstrucción litoquímica, existiendo una gran diversidad de espeleotemas de los que destacan las citadas fistulosas y numerosas colonias de excéntricas, que en ocasiones recubren por completo las pinturas prehistóricas.
De la sala precedente parten varias galerías, una de ellas asciende unos 25 m en sentido suroeste creando lo que los primeros visitantes denominaron como Sala del Antropomorfo. Desde la Sala de las Pinturas proseguimos hacia oriente para conectar con la Sala de la Estalagmita Rota que adquiere unas magnitudes que rondan la decena de metros de diámetro. El pavimento posee un relleno arcilloso subhorizontal sobre el que depositaron una esbelta estalagmita procedente de una sala contigua.

Más hacia el este hay una pequeña sala de bóveda baja que se desarrolla en dirección sur. Este lugar podría corresponder con el acceso original a la cavidad, como decimos, colmatado en nuestros días por un cono de derrubios constituido por tierras sueltas y cantos. Esta boca saldría al exterior a escasa distancia de otra cavidad (Cueva del Humo) y a pocos metros de la actual línea de costa. El cavernamiento se complementa con innumerables conductos angostos que no contienen indicios artísticos pero que, al parecer, fueron explorados por los/as pintores/as paleolíticos/as.

Con el propósito de preservar el conjunto pictórico, así como intentar mantener sus condiciones medioambientales originales, las entradas artificiales a la cavidad fueron clausuradas herméticamente por medio de varios muros de mampostería utilizando bloques autóctonos y sin dejar ningún acceso; desafortunadamente, el cierre fue violentado a poco tiempo. No obstante, auspiciado por la propiedad de los terrenos, Fábrica de Cementos de La Araña actual FYM Heidelberg Cement Group, y bajo la dirección técnica de la arqueóloga Ana Mª Márquez-Alcántara, durante 2008 se procedió al cierre de las bocas artificiales a través de un sistema de esclusas que permiten la conservación y estabilidad medioambiental de la cavidad.

En relación al contexto arqueológico podemos decir que, hasta la fecha, los depósitos sedimentarios que albergan las salas interiores de Cueva Navarro permanecen casi intactos, aunque en los trabajos de documentación se recogieron en superficie algunas piezas líticas (láminas y raspadores) y un resto de malacofauna (concha de Pecten maximus), depositados en la Sociedad Excursionista de Málaga. No obstante, debemos señalar que la cueva que nos ocupa se halla inserta en un amplio complejo cárstico (Complejo del Humo), cuyas cavidades conservan importantes yacimientos prehistóricos con potentes tramos paleolíticos, en los que se han detectado industrias musterienses, niveles adscritos al Paleolítico Superior Inicial, conjuntos líticos del Solutrense Pleno y Evolucionado, y capas con tecnocomplejos tardiglaciares.

El registro gráfico de Cueva Navarro asciende a 149 elementos diferenciados, de los que el 99,3 % del total corresponde a distintas categorías de signos (simples, complejos/compuestos/integrados y evidencias a tenor de las tipologías al uso), ya que en todo el conjunto nada más se identifica una única figura animal (uro). Los ideomorfos se agrupan en distintas modalidades de puntuaciones (puntos aislados, dobles, líneas verticales y horizontales, bandas paralelas de varias líneas), trazos rectos (líneas sueltas, trazos pareados, haces triples, haces rectilíneos paralelos verticales y horizontales), cruciforme o aspa, motivos circulares o semicirculares, manchas de color informes y relieves naturales teñidos (espeleotemas y aristas rocosas). El repertorio gráfico, encuadrable sin mayor precisión entre el Gravetiense final e inicios del Solutrense, puede resultar monótono por su reiteración temática pero significativo y espectacular en su ordenación, así como por las inferencias interpretativas que de él pueden emanar.

Esta cueva está incluida en el nuevo proyecto de investigación “PGI” dirigido por Mª Ángeles Medina-Alcaide.

Logo del nuevo proyecto PGI “Oscuridad e Identidad: Análisis interdisciplinar y holístico de las cuevas con Arte Paleolítico análogo de Navarro (Málaga) y de Los Márquez (Jerez de la Frontera, Cádiz).